viernes, 25 de septiembre de 2020

La versatilidad del queso y la gran manzana

Me pasa siempre que cuando leo un libro, miro una película o serie, siempre presto atención a lo que están comiendo... Uno de los capítulos de la serie Friends que más me gusta, y que siempre me acuerdo es en el que dejan un cheesecake por equivocación en la casa de Chandler, el y Rachel se vuelven adictos a este pastel, es que, seamos sinceros... quien puede resistirse al queso!? No se si conocen la serie, pero recomendable el capítulo para ver con qué delicia devoran esos pasteles (para el que quiera ver es cap. 7x11).




En mi experiencia sólo había hecho hasta hace poco cheesecakes de cajitas, que son del tipo que no necesita horno, salen ricos si... pero no son una EXPERIENCIA DE SABOR para nada. Esta semana tuve la posibilidad de viajar al interior de mi provincia, fuimos a acampar a orillas del Rio Uruguay en un pueblo llamado San Javier, con la suerte de un clima espectacular y en Misiones quien dice Septiembre, sabe que tiene el color de las moras, esas frutitas que colorean los suelos, las manos y los labios cada vez que las probás (aca hay una fanática de las moras). Hicimos una recolección de frutos silvestres, trajimos muchas moras a la casa además de todas las que comimos, y yo sólo podía pensar en que quería probar una receta de cheesecake y agregarle esas moras.



Comencé a buscar recetas, hay muchísimas, pero yo quería hacer una receta lo más parecida al cheesecake de Chandler y Rachel, asi que llegué al fantástico Cheesecake New York, postre emblema de la ciudad que no duerme y me sumergí también en un poco de su historia, y es que es normal que nos apropiemos de las cosas que nos gustan y esto pasó con el famoso cheesecake, que tiene sus orígenes (más antiguos de los que imaginaba) en Grecia! 

Se sabe que muchos atletas olímpicos comían una tarta de queso por sus propiedades energéticas para rendir mejor en los juegos. La primer receta escrita que se conoce es de un griego, aunque se lo preparaba distinto ya que se calentaba el queso en una olla de cobre con miel y harina y luego se lo enfriaba. Cuando los romanos conquistan Grecia, también conquistaron el pastel de queso, modificaron la receta a la que le agregaron huevos y la hornearon, además de rebautizarla con el nombre de "libuma" y era servido sólo en ocasiones especiales. Luego se extendió a toda Europa y cada país lo prepara a su manera con alguna que otra variante, un ejemplo es el tipo de queso, ya que en Italia se utiliza el requesón o mascarpone, en Alemania utilizan queso cottage y utilizan masa en vez de galletitas, en Polonia y los Países Bajos el queso quark, en Japón combinan claras de huevo y almidón de maíz y en Estados Unidos el queso crema. En este punto debo contarles también que el queso crema fue inventado en Estados Unidos, por eso lo implementaron en el pastel de queso, en el año 1872 por accidente (como pasa casi siempre en la cocina) unos lecheros de Chester (NY) desarrollaron un método para producir queso crema al intentar hacer una versión del queso francés Neufchatel, dando origen a esta maravillosa variante de queso más cremoso, a partir de 1880 distribuye su marca en envoltorios de papel aluminio, hoy Kraft Foods comercializa este tipo de queso con la marca "Philadelphia" y son los protagonistas de las recetas de cheesecake de la gran manzana. La versión genuina del cheesecake New York es de Arnold Reuben, un joven alemán que llegó a Estados Unidos y que despues de probar una tarta de queso en una cena, consiguió una versión propia del cheesecake, que es el que hoy conocemos todos y que no falta en ninguna cafetería neoyorkina.

Aca les dejo una receta de cheesecake New York, la pueden disfrutar sóla o acompañada con mermeladas, gelatinas, dulce de membrillos, salsitas de frutas, frutas frescas, etc. En mi versión la acompañé de una salsa de frutillas y las moras que traje de mi viaje a San Javier, quedó espectacular!!!





Ingredientes:

* 300 gs galletitas de manteca trituradas (las Lincoln son ideales)
* 130 gs. manteca derretida
* 2 cucharadas de miel 
* 600 gs queso crema
* 200 gs azúcar 
* 180 cc crema de leche
* 60 gs yogur natural
* 1 cucharadita de te de ralladura limón, naranja o mandarina
* 1 cucharadita de esencia de vainilla
* 4 huevos
* 8 gs fécula de maíz
* Frutas para acompañar y decorar

Preparación

Precalentar el horno a 160° C. En un bowl colocamos las galletas trituradas, la cucharada de miel y la manteca, mezclamos con una cuchara hasta tener una masa arenosa, colocamos la mezcla en el molde (debe ser desmontable para que la preparación salga bien, de 20 cm si lo querés alto, pero puede ser hasta 24 cm) para hacer el cheesecake, presionando la masa con la cuchara hacia los bordes (1 o 2 cm por encima de la base, dependiendo del gusto), nivelar hasta obtener una superficie lisa. Llevar a la heladera.

En un bowl grande agregamos el queso crema y batimos con una batidor manual hasta que quede suave (alrededor de un minuto). Luego añadimos el azúcar y mezclamos hasta que esté cremoso. A continuación le agregamos la crema batida, el yogurt y los huevos de a uno (no batir mucho, solo integrar). Al final agregamos la ralladura de cítrico, la esencia de vainilla y la fécula de maíz, batimos hasta mezclar bien todo. Colocar este relleno sobre el molde con la base de galletitas trituradas y llevar al horno por 50 minutos aproximadamente (es recomendable colocar una bandeja con agua debajo de la fuente para que la tarta conserve la humedad).

Una vez pasado el tiempo controlar la cocción, el centro deberá moverse apenas. Dejar enfriar con la tapa del horno abierta por 1 hora mas y luego sacarlo y dejar enfriar a temperatura ambiente. Se lo cubre con film y se lo lleva a la heladera unas 3 horas mas y ya estaría listo para desmoldar y servir acompañado de lo que más te guste. Yo aproveché las moras y preparé una salsa con unas frutillas que tenía congeladas dando como resultado lo que ves en la foto, además le agregué mas moras frescas y de haber tenido frutillas frescas les hubiese puesto también. Si te animas a esta receta, ¡contáme cómo te sale! 

Debo decir que me siento Rachel comiendo gustosa todo este cheesecake, cero ganas de compartir ;)