Entre viajes y recetas llegamos hoy a Entre Ríos, otra provincia de la región del Litoral. Hogar del primer presidente constitucional de Argentina, Justo José de Urquiza, y de uno de los últimos bosques de palmeras Yatay del país, Entre Ríos es una provincia con mucho que ofrecer. Desde las tranquilas playas del Uruguay en el sur, hasta la alegría de los famosos carnavales de Gualeguaychú y un gran número de centros termales para visitar en familia ¿Sabías que Entre Ríos es la provincia con mayor concentración de los mismos? A lo mejor escuchaste hablar de Federación, uno de los más grandes de todos, que convirtió el termalismo en casi un parque de atracciones, pero ¡Los hay de todos tamaños y para todos los gustos!
Pero como aquí nos gusta hablar de sabores, ¡Vamos a ello, que Entre Ríos tiene mucho que aportar en cuanto a gastronomía se trate! Entre Ríos es diversidad, donde a los platos típicos a base de pescados de río, guisos de carne de vaca, locros con cerdo y carpincho se le ha dado también la impronta de los inmigrantes. No es casualidad que la provincia sea sede de la Fiesta Nacional de la Colonización, celebrada cada año en la ciudad de San José en honor a Urquiza que, durante su gobierno, abrió las puertas del país a inmigrantes en busca de una mejor vida. Encontramos en Entre Ríos chucrut y cerdo asado de los alemanes; pescados rellenos típicos de las comunidades judías, pastas y pizzas de los italianos y la más fina pastelería francesa.
La gastronomía es parte de la identidad de los entrerríanos, y eso se ve plasmado en la gran cantidad de negocios con productos regionales que existen en sus suelos. Ellos te invitan a probar y a sentir en primera persona lo que significa vivir en esta bella provincia llena de sabores, texturas y aromas. No es poco común encontrar gran variedad de licores y productos a base de miel y es que, si bien Entre Ríos no es el principal productor de miel a nivel nacional, su miel sí que es especial.Si alguna vez viajaste por sus rutas, habrás notado que a sus alrededores es posible observar extensas plantaciones de naranjos y mandarinas. De hecho, la producción citrícola es uno de los principales motores económicos de la provincia y, a nivel nacional es superada apenas por la provincia de Tucumán. Esto hace que la producción de miel en la provincia sea muy distinguida, y es que ¡Es a base de flores de azar! Como resultado, se trata de una miel suave y clara, con un particular aroma cítrico y un sabor con notas un tanto ácidas.
Desde tiempos históricos la miel ha formado parte de la gastronomía y de la alimentación debido a sus numerosos beneficios. Se dice que incluso en las cuevas de Altamira, España, se han encontrado pinturas rupestres de hace más de 10000 años A.C. que muestran hombres recolectando miel. También es sabido el gran uso que hacían de ella por parte de la antigua cultura egipcia, que iba desde usos con fines cosméticos a la conservación de diferentes carnes y el tratamiento de quemaduras y llagas; incluso también ¡para la elaboración de cervezas! Por su parte, en repostería existe un sinfín de recetas que la incluyen y es que la misma se constituye como un excelente endulzante natural. Además de brindar humedad, textura y un delicioso aroma a nuestras preparaciones ¡Yummy!Seguramente te has
encontrado con una gran variedad de recetas a base de miel de abeja pero,
¿Alguna vez has probado alguna que mezcle el sabor ácido de los cítricos con la
dulzura de la miel? ¿No? Por eso hoy te proponemos un budín sencillo pero
delicioso budín para hacer honor a los suelos entrerrianos, donde naranjos y
abejas conviven en armonía ¿Qué esperas? ¡Atrévete a preparar este budinazo de
miel y naranjas!
Ingredientes:
250g
de harina leudante
2
huevos
60g
de azúcar
30g
de miel
60cc
de aceite de girasol
60
cc de jugo de naranja
Ralladura
de una naranja
1
cdta de jengibre molido
Para
el glasé
60cc
jugo de naranja
Azúcar impalpable (cantidad necesaria)
Preparación:
Primero
batimos el azúcar junto con los huevos hasta que espumen y se aclaren. Luego,
agregamos el aceite en forma de hilo y seguimos batiendo unos minutos.
Agregamos la miel y el jugo de naranja y mezclamos hasta integrar. Posteriormente, tamizamos los secos y mezclamos sin batir demasiado. Colocamos la mezcla en una budinera a elección (yo use un molde savarín de 20cm de diámetro) y mandamos al horno precalentado a 160°C por aproximadamente 30 minutos, o hasta que al introducir un palillo el mismo salga limpio.
Una vez fuera del horno, lo dejamos enfriar para luego desmoldar. Mientras tanto, preparamos el glasé. Para ello, mezclamos el jugo de naranja con azúcar impalpable hasta lograr la consistencia deseada.
Al
desmoldar el budín, bañarlo con el glasé y dejar secar. Si se desea, se puede
decorar con cascaras de naranja cortadas finamente y caramelizadas ¡Voilá!
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