domingo, 13 de junio de 2021

Del fernet, de la birra, madrugadas sin par... Córdoba y su no se qué!

 

♪♫ De la ciudad de las mujeres más lindas
Del fernet, de la birra, madrugadas sin par
Soy cordobés…
♫♪

¡Si! Llegamos a Córdoba, una de las provincias más alegres de nuestro hermoso país. Y es que Córdoba es sinónimo de buenas vibras, música y, ¿por qué no? ¡Un buen comer! En este sentido tenemos que reconocer que nuestros amigos los cordobeses saben cómo ingeniárselas: no tienen ni a las Cataratas del Iguazú, ni al Aconcagua… ni un glaciar como el Perito Moreno. Pero eso sí, son los reyes en cuanto a rutas gastronómicas se trata. No hace falta más que entrar al sitio oficial de la provincia para descubrir la gran variedad gastronómica que la provincia ofrece al turismo: La ruta de los chacinados y quesos, la ruta del olivo, la ruta del cabrito y frutihorticultura y… ¡Hasta su propia ruta del vino!

Y es que ser cordobés es cuestión de actitud, de saber ver la belleza en las cosas más simples, las recetas de la abuela, las reuniones con amigos, la música y el baile ¡la buena onda!

Y hoy, como no podíamos dejar de hacerlo, vamos a contarles del fernet ¡Si, el fernet! Por más cliché que parezca no hay que negar que esta interesante bebida está más que ligada a la identidad de los cordobeses… si no es que a la de todos nosotros los argentinos. ¿Cómo podría ser de otra manera si más del 70% de la producción mundial de fernet se consume solo en Argentina? Y es que acá lo tomamos de una forma particular: el famoso fernet con coca.

Entonces, ¿de dónde viene esta bebida? Vamos a ver, querido lector… si has estado prestando atención a los anteriores posts publicados, no te sorprenderá saber que el fernet no es un invento argentino, sino que viene desde afuera ¡Si! Otra vez nos remontamos a costumbres traídas por inmigrantes.

Existen muchos debates en torno al país de origen del fernet, aunque la mayoría de las versiones coinciden en que el mismo surgió en Italia hacia comienzos del siglo XIX. Se dice que la misma surgió de la mano del farmacéutico Bernandino Branca y su colaborador sueco, un botánico apellidado Fernet. Ahora estarás pensando “¡Pero que extrañas profesiones para tratarse de una bebida alcohólica!” Y es que… ¡El fernet tuvo su origen en una bebida digestiva hecha a base de hierbas!

Ahora bien, lo interesante aquí es que a la mayoría de los italianos ¡No les gusta el fernet! ¿Ah, no? No, si bien la misma se vende hoy con fines no necesariamente medicinales, se la considera como una bebida amarga y sin sabor.  Incluso a muchos de ellos les parece asombrosa la pasión de los argentinos por este licor italiano que asocian a sus abuelos.

Bueno, seamos honestos: la primera vez que lo probamos puede resultar un tanto feo al gusto hasta que nos acostumbramos. Tal vez los argentinos somos un poco masoquistas, o somos tan dulces que necesitamos de los sabores amargos (como el mate o el fernet) para equilibrarnos ¿Quién sabe?

La verdad es que la combinación de esta bebida con Coca Cola es la que hizo que la misma se consolide en el país, además de posicionarnos también como uno de los principales países consumidores de esta gaseosa. Cuentan que los primeros en realizar esta novedosa mezcla fueron los cordobeses, justamente, hacia finales de la década de los 80’s. Córdoba fue destino de muchos inmigrantes italianos que llevaron consigo el fernet como medicamento digestivo y que, quizás, nunca hubiesen imaginado la repercusión que tendría esta bebida en el nuevo país al que denominarían hogar.

Pero, ¿y la receta? ¿Qué comemos hoy? ¡No se preocupen, ya vamos con eso! Hoy nuestro protagonista es el fernet y como tal, vamos a compartirles una receta un poquito diferente: un tiramisú de fernet. El tiramisú, con su característico sabor a café, es un postre clásico de los italianos también, pero cuya historia se la contaremos en otro momento. Hoy, en cambio, vamos a ponerle a este postre la impronta cordobesa ¿te animás?

 


Ingredientes:

6 yemas

70 cc de fernet

150g de azúcar

300g de Crema de leche

300g de queso crema

5 g de gelatina sin sabor

2 paquetes de vainillas (galletitas)

C/n  de cacao en polvo

 

Para el almíbar de fernet

50cc de fenet

50cc de agua

100g de azúcar

 

Preparación

Comenzaremos preparando el almíbar, llevando a hervor el azúcar, el agua y el fernet por aproximadamente tres minutos. Reservamos.

Luego, en un bowl a baño maría, batimos las yemas el azúcar y el fernet hasta que se forme una espuma clara. Una vez logrado esto, sacamos la preparación del fuego y continuamos batiendo hasta que enfríe.

Por otro lado, hidratamos la gelatina con agua fría (en partes iguales) y la activamos con calor a baño maría y reservamos.

Luego, vamos a batir la crema a medio punto (que no nos quede como para un Chantilly) y agregamos junto con el queso a la mezcla de huevos y fernet. Removemos hasta integrar.

Una vez hecho esto, procedemos a mojar las vainillas en el almíbar de fernet y cubrimos con ella el fondo de un recipiente a elección (puede ser redondo, cuadrado, desmontable o el que usas siempre para la chocotorta). Luego, esparcimos sobre las mismas la mitad de la crema de fernet, seguida de otra capa de galletitas y la mitad restante de la crema. Dejamos en la heladera un mínimo de seis horas. Antes de serervir decoramos con cacao amargo a gusto.

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