♪♫ De la ciudad de las mujeres más lindas
Del fernet, de la birra, madrugadas sin par
Soy cordobés… ♫♪
¡Si! Llegamos a
Córdoba, una de las provincias más alegres de nuestro hermoso país. Y es que
Córdoba es sinónimo de buenas vibras, música y, ¿por qué no? ¡Un buen comer! En
este sentido tenemos que reconocer que nuestros amigos los cordobeses saben
cómo ingeniárselas: no tienen ni a las Cataratas del Iguazú, ni al Aconcagua…
ni un glaciar como el Perito Moreno. Pero eso sí, son los reyes en cuanto a
rutas gastronómicas se trata. No hace falta más que entrar al sitio oficial de
la provincia para descubrir la gran variedad gastronómica que la provincia
ofrece al turismo: La ruta de los chacinados y quesos, la ruta del olivo, la
ruta del cabrito y frutihorticultura y… ¡Hasta su propia ruta del vino!
Y hoy, como no
podíamos dejar de hacerlo, vamos a contarles del fernet ¡Si, el fernet! Por más
cliché que parezca no hay que negar que esta interesante bebida está más que
ligada a la identidad de los cordobeses… si no es que a la de todos nosotros
los argentinos. ¿Cómo podría ser de otra manera si más del 70% de la producción
mundial de fernet se consume solo en Argentina? Y es que acá lo tomamos de una
forma particular: el famoso fernet con coca.
Existen muchos debates en torno al país de origen del fernet, aunque la mayoría de las versiones coinciden en que el mismo surgió en Italia hacia comienzos del siglo XIX. Se dice que la misma surgió de la mano del farmacéutico Bernandino Branca y su colaborador sueco, un botánico apellidado Fernet. Ahora estarás pensando “¡Pero que extrañas profesiones para tratarse de una bebida alcohólica!” Y es que… ¡El fernet tuvo su origen en una bebida digestiva hecha a base de hierbas!
Ahora bien, lo interesante aquí es que a la mayoría de los italianos ¡No les gusta el fernet! ¿Ah, no? No, si bien la misma se vende hoy con fines no necesariamente medicinales, se la considera como una bebida amarga y sin sabor. Incluso a muchos de ellos les parece asombrosa la pasión de los argentinos por este licor italiano que asocian a sus abuelos.Bueno, seamos
honestos: la primera vez que lo probamos puede resultar un tanto feo al gusto
hasta que nos acostumbramos. Tal vez los argentinos somos un poco masoquistas,
o somos tan dulces que necesitamos de los sabores amargos (como el mate o el
fernet) para equilibrarnos ¿Quién sabe?
La verdad es que la
combinación de esta bebida con Coca Cola es la que hizo que la misma se
consolide en el país, además de posicionarnos también como uno de los
principales países consumidores de esta gaseosa. Cuentan que los primeros en
realizar esta novedosa mezcla fueron los cordobeses, justamente, hacia finales
de la década de los 80’s. Córdoba fue destino de muchos inmigrantes italianos
que llevaron consigo el fernet como medicamento digestivo y que, quizás, nunca
hubiesen imaginado la repercusión que tendría esta bebida en el nuevo país al
que denominarían hogar.
Ingredientes:
6 yemas
70 cc de fernet
150g de azúcar
300g de Crema de
leche
300g de queso crema
5 g de gelatina sin
sabor
2 paquetes de vainillas
(galletitas)
C/n de cacao en polvo
Para el almíbar de
fernet
50cc de fenet
50cc de agua
100g de azúcar
Preparación
Comenzaremos preparando el almíbar, llevando a
hervor el azúcar, el agua y el fernet por aproximadamente tres minutos.
Reservamos.
Luego, en un bowl a
baño maría, batimos las yemas el azúcar y el fernet hasta que se forme una
espuma clara. Una vez logrado esto, sacamos la preparación del fuego y
continuamos batiendo hasta que enfríe.
Por otro lado,
hidratamos la gelatina con agua fría (en partes iguales) y la activamos con
calor a baño maría y reservamos.
Luego, vamos a
batir la crema a medio punto (que no nos quede como para un Chantilly) y
agregamos junto con el queso a la mezcla de huevos y fernet. Removemos hasta
integrar.
Una vez hecho esto,
procedemos a mojar las vainillas en el almíbar de fernet y cubrimos con ella el
fondo de un recipiente a elección (puede ser redondo, cuadrado, desmontable o
el que usas siempre para la chocotorta). Luego, esparcimos sobre las mismas la
mitad de la crema de fernet, seguida de otra capa de galletitas y la mitad
restante de la crema. Dejamos en la heladera un mínimo de seis horas. Antes de
serervir decoramos con cacao amargo a gusto.
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